Limpieza mantenimiento y reparación de sets de LEGO

Todo aquel que haya comprado sets de segunda mano ya sea a través de EBAY, el rastrillo de la esquina u otros lugares tenebrosos sabe que rara vez estos vienen completos y/o en optimas condiciones.

Los ladrillos de LEGO vienen con mas m..ugre que el palo de un gallinero, las instrucciones dobladas o las cajas aplastadas, manchadas, maltratadas, mancilladas… eh… bueno, ya me estoy saliendo de contexto J.

Vamos a ver unos cuantos trucos y consejos para intentar al menos que nuestros sets luzcan un poquito mejor.

Ladrillos sucios

Hay varios métodos: se pueden meter las piezas de LEGO en una bolsa de rejilla y lavarlas en la lavadora o el lavavajillas siempre que en este se pueda regular la temperatura (aunque lo dudo). Aunque hay gente que utiliza este sistema, a mí personalmente me parece un poco agresivo.

Mi método preferido es:  coger un barreño o contenedor, llenarlo de agua no demasiado caliente y un poco de fairy.

Echar los ladrillos en el agua jabonosa y remover con una pala de cocina de madera unos minutos. Aclarar varias veces y dejar secar. La ventaja de este método es que las piezas no sufren (sobre todo las que tienen dibujos impresos) y quedan limpias y brillantes.

Olor a tabaco

El plástico ABS (o acrilonitrilo butadieno estireno), que es de lo que están hechas las piezas de lego, tiene una propiedad desagradable: absorbe el olor a tabaco. Con lo cual si el anterior propietario era fumador, existe una gran probabilidad de que los ladrillos que hemos comprado denoten esa exquisita fragancia. ¡Puaj!

En este caso el método anterior no vale, ya que aunque las piezas queden exteriormente impecables, el olor a tabaco permanece.

La solución al problema es la siguiente: se llena un barreño o contenedor con ¾ partes de agua no demasiado caliente y ¼ parte de amoniaco.

Sí, habeis entendido bien. El amoníaco diluido elimina el olor a tabaco y no daña las piezas. Ni tan siquiera las impresas.

Si hay que lavar gran cantidad de ladrillos, lo ideal es hacer una especie de colador con un cubo más pequeño que contenga las piezas de lego y meterlo en el grande. De esta forma se aprovecha el agua amoniacal varias veces.

Piezas amarillentas

Los ladrillos de LEGO a medida que pasan los años pueden llegar a amarillear debido a los rayos UV del sol (sobre todo las piezas de color blanco y gris). La manera de devolverles el color original es usar una mezcla de agua oxigenada de 40 volúmenes (preguntar en peluquerías y no, la de las heridas no vale porque es de 10 Vol.), Kalia vanish oxi action, goma xantana y glicerina en una mezcla respectivamente de por ejemplo: 500 ml, ¼ de cucharilla, 2 cucharas soperas y 1 cuchara sopera. Aplicamos la mezcla a las piezas de LEGO y ponemos éstas bajo el sol o bajo una lámpara UV, esta última también conocida como de “luz negra”. Si lo hacemos bajo el sol, hay que repasar las piezas con la solución cada x tiempo para que no se sequen con el calor (por eso lleva glicerina, para que no pierda la humedad tan rápidamente) ya que si esto sucede, nos quedarán unas manchas blancas en nuestras piezas y eso si que no tiene solución.
Por cierto: A esta mezcla, su inventor, le puso el nombre de Retrobright (Ver la página http://retr0bright.wikispaces.com/)

Librillos de instrucciones doblados/arrugados

Aquí la única solución que hay es una plancha para ropa. Se pone el librillo encima de la mesa de planchar y se le coloca un paño encima. Después se pasa la plancha como si de una camiseta se tratase. En el mejor de los casos queda como nuevo y en el peor de ellos, al menos aprenderemos a planchar, jejeje

Cajas con diversos daños

Partes rasgadas o rotas: usar pegamento de contacto “Supergen” incoloro. Pega rápido y no suele dejar huellas.

Pegatinas, trozos de fixo, cinta adhesiva, pegamento y cosas por el estilo: no entiendo la manía que tienen muchos vendedores de cerrar las cajas de los sets con 100 metros de cinta adhesiva, cuando saben (o deberían saberlo) que quien lo compra (a veces a precios deorbitados) lo hace por coleccionismo…

Bueno. La manera de deshacernos del “fixo” y pegatinas es dándole con un secador de pelo en modo “aire caliente” un buen rato hasta que el pegamento de la cinta se reblandezca y después hay que ir tirando de una esquinita despacio. Hay que seguir dándole con el secador y tirando de la cinta poco a poco hasta quitarla del todo.

Para eliminar el pegamento residual se coge un poco de algodón (los parches desmaquillantes van muy bien) el cuál se empapa con un poco de nafta (gasolina para mecheros tipo Zippo) y se pasa en círculos por la zona con pegamento. La nafta elimina el pegamento y no afecta al color del dibujo de la caja. Eso sí: que a nadie se le ocurra usar alcohol de las heridas como sustituto porque aunque también elimina el pegamento, ¡también se carga el color!

Finalizamos pasándole un paño húmedo por todo el exterior de la caja para quitar restos de polvo y suciedad y por último pasamos otra vez otro seco.

Consejos

A falta de las bolsas de plástico de embalaje original, buenas son las bolsas zip-loc (como las de los bocadillos o congelados) de venta en toda tienda china que se precie.

Y por último para darle un extra de protección contra las humedades, no esta de más comprar bolsitas de gel de silica (en EBAY seguro que las venden) y poner una en cada bolsa zip-loc y una más, suelta en la caja.